En el artículo anterior te explicamos los beneficios de tomar té verde. Ahora es el momento que aprendas a prepararlo según su presentación y te sientes a disfrutar de su rico sabor.
El té verde puede ser preparado en hojas o en polvo. Todas las opciones son deliciosas y si agregas zumo de limón y lo endulzas con un poco de miel, querrás beberlo todo el día. Ahora presta atención para que domines el arte de la preparación de esta bebida.
- Té verde en hojas
El té verde en hojas conserva todas las propiedades antioxidantes de esta planta. Para prepararlo necesitas un colador, una olla, una taza, agua y, por supuesto, las hojas de té. Debes usar una cucharada de té por taza de agua.
Calienta el agua en la olla sin dejar que hierva (si el agua hierve, deja que se enfríe un poco). Coloca las hojas de té en el colador y ponlo sobre la taza en la que vas a tomar. Luego, vierte el agua caliente y deja reposar 3 minutos para que se liberen las propiedades del té.
- Té verde en polvo
Esta variación del té verde es conocida como “Matcha” y puedes utilizarlo en la preparación de dulces y tortas. Para preparar una taza de Matcha necesitas una cucharadita y media por taza de agua.
El procedimiento es similar al anterior, calienta el agua sin dejarla hervir y viertela en la taza con el polvo de té dentro de ella. Deja que repose hasta tres minutos y endulza a tu gusto.
Muy bien, ya sabes cómo preparar té verde. Ahora solo debes consumirlo como más te guste, puede ser frío o caliente, con un poco de jengibre o limón, o al natural. ¡A tomar té verde!