¿Cuándo estirar?


Para lograr una mejor calidad muscular y mantener con buena salud las fibras que forman los músculos, no solo se necesita ejercitarse en el gimnasio. Lo más importante es dedicar tiempo para el estiramiento. Ahora bien, a continuación te indicamos los mejores momentos  para hacerlos, de acuerdo al objetivo que quieras obtener.

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Antes de empezar el ejercicio

Estos estiramientos entrarán a formar parte de la fase que se conoce como el calentamiento, y es que por norma general se realizarán en esta fase del entrenamiento, pues servirán para preparar a nuestros músculos para el trabajo posterior que vamos a llevar a cabo. Precisamente por esto, los estiramientos que realicemos antes de entrenar deberán ser suaves y controlados, mucho menos intensos que el resto.

La finalidad de estirar antes de empezar a realizar la rutina de entrenamiento es la de activar la circulación para preparar músculos y articulaciones para el posterior ejercicio que vamos a llevar a cabo. Por este motivo la intensidad y el tiempo dedicado a estos estiramientos debe ser mucho menor que en los estiramientos que vendrán después. Estos estiramientos serán muy útiles para acondicionar nuestro cuerpo.

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En la mitad de la rutina

Por otro lado los estiramientos a mitad de la rutina de entrenamiento son otros que no todo el mundo lleva a la práctica. Es cierto que se puede estirar entre ejercicio y ejercicio para aliviar tensiones, pero esta no es la mejor manera de hacerlo, ya que estirar entre ejercicios evita la acumulación de sangre en los músculos implicados. Esto hará que el desarrollo del ejercicio no sea el mismo que si no estiramos. Eso sí, servirá para aliviar tensiones y evitar sobrecargas. Aunque la mejor manera de evitar esto es controlando las cargas y la ejecución de los ejercicios.

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Al final de los entrenamientos

Este estiramiento es necesario e imprescindible, por lo que siempre debemos dejar unos minutos al final para estirar correctamente la parte trabajada. Los estiramientos que se realizan después del entrenamiento son mucho más lentos e intensos, ya que con ellos lo que queremos es aliviar todas las tensiones y devolver a los músculos y articulaciones su estado normal, evitando un posible malestar que puede derivar en una lesión.

Estos estiramientos al finalizar nuestro entrenamiento lo que harán será activar al máximo la circulación sanguínea, además de soltar las fibras musculares y devolverles la flexibilidad que pierden con la tensión del ejercicio. De este modo lo que conseguiremos al estirar después de entrenar es comenzar la recuperación muscular para así poder rendir más al usar nuevamente esos músculos trabajados durante la sesión de entrenamiento. Eliminar la tensión nos ayudará también a conseguir mejores resultados y ser mucho más eficientes en los posteriores entrenamientos.

Como ves, los minutos que dediques a estirar son valiosos para tu cuerpo ya que le devolverás elasticidad a tus músculos.