Tal vez pueda parecer fácil establecer una rutina de entrenamiento, pero en realidad si lo haces incorrectamente o no buscas la ayuda de un profesional, tu cuerpo y rendimiento pueden resultar perjudicados. Antes de emprender un método específico de ejercicios, es importante que conozcas 5 errores comunes que se cometen al entrenar:
- Sobre-entrenar: Hacer más de lo que debes.
Es uno de los errores más frecuentes y el que puede causar mayores problemas, sobre todo porque suele ser cometido por principiantes. Sucede habitualmente cuando tratas de repetir un tipo de ejercicio tantas veces que terminas lesionándote, cuando en realidad, era suficiente con dos o tres repeticiones.
Si no eres un fisicoculturista, tu cuerpo debe irse acostumbrando a diferentes fórmulas mientras encuentras el ritmo adecuado. Para un mismo ejercicio pueden aplicarse entre 10 y 15 repeticiones (más o menos), tomando en cuenta por supuesto, el tipo de entrenamiento.
- Dejar a un lado el balance.
En ocasiones, las personas se concentran en realizar un solo ejercicio muchas veces, en lugar de combinarlo con otros que también son necesarios. De la misma manera, un error muy habitual es concentrarse exageradamente en una sola parte del cuerpo, sin prever que otra podría verse afectada.
Es recomendable que si un día ejercitas pecho y realizas 20 repeticiones, al día siguiente hagas la misma cantidad de sets, pero al ejercitar la espalda. Trata de anotar los entrenamientos que realices todos los días, para que lleves el control y puedas mantener un mayor balance.
- Ignorar los pasos pequeños.
Con el afán de lograr resultados más rápidos, continuamente se ignoran los pequeños pasos que permitirán un entrenamiento más eficaz, y por ende, alcanzar las metas en menor tiempo y con mayor resistencia. El calentamiento, estiramiento, y en algunos casos el foam roalling (auto-liberación miofascial), son algunos de los pasos que no deben ignorarse.
- No entender la anatomía.
Además de conocer el funcionamiento de cada parte de tu cuerpo, sobre todo aquellas en las que deseas concentrar tus ejercicios, también es necesario que aprendas sobre los métodos más idóneos para entrenar y obtener los mejores efectos.
Por ejemplo, se recomienda no entrenar los hombros luego de entrenar el pecho y ejercitar la parte baja de la espalda en los días que hagas sentadillas o deadlift (peso muerto).
Si bien es cierto que debes estar atento a las rutinas de entrenamiento que establezcas en el gimnasio, no significa que tengas que dudar de todo. Investiga y realiza preguntas a tu entrenador, cuando sientas que algo no va bien.
Ahora que estás al tanto de los errores y posibles soluciones. Seguramente lograrás encaminarte a un método de entrenamiento mucho más productivo.
Por Marlis Mejías