Es cierto que la sed es uno de los primeros signos de deshidratación, pero muchos de nosotros necesitamos hacer un gran esfuerzo para llegar a beber la cantidad óptima, por lo que beber durante el entrenamiento es todo un reto. En otras oportunidades hemos tocado el tema de la hidratación y de su importancia durante el entrenamiento. Sin embargo, es muy fácil deshidratarse cuando se hace ejercicio. Hay tres señales de alerta y que te indican que estás deshidratado:
1-Fatiga:
Si te sientes débil y cansado al iniciar la sesión de ejercicios puede ser un claro signo de que no estas impulsando al cuerpo como es debido, no solo es necesario encontrar un perfecto pre-entreno sino que el agua también te ayudará a mantenerte con energía. Asegúrate de beber suficiente al menos 30 minutos antes y justo después de tu entrenamiento, en el caso que tu rutina sea más intensa asegúrate de tomar durante el entrenamiento.
2-Calambres:
La falta de agua puede causarte calambres mientras haces los ejercicios, así que para que no te suceda bebe agua antes del entrenamiento pero de una manera controlada.
3-Pulso muy Acelerado:
El uso de un monitor de ritmo cardíaco puede ayudarte a entender cómo tu cuerpo responde a la intensidad de tu entrenamiento. Si notas que tu ritmo cardíaco es más alto de lo normal, puede ser que estés deshidratado.